Navidad: Agradecimiento, reflexión y celebración

Voy a aprovechar la Navidad, para hacer un momento de agradecimiento, reflexión y celebración.

Agradecimiento.

Te doy gracias Señor por todas y cada una de las bendiciones que recibí este año: Salud, amor, felicidad, prosperidad y alegrías que me dieron gozo; pero también te doy gracias por las pruebas, enfermedades, tristezas, escasez y fracasos, que enviaste para mi crecimiento.

Reflexión.

¿Doy lo mejor de mí en cada instante a cada ser que me rodea?

¿Estoy cumpliendo la misión para la que vine a este planeta?

¿Disfruto a cada instante los dones que me has dado?

¿Vivo una vida de plenitud con las personas que me aman?

¿Sigo tus pisadas?

Que esta introspección no se quede en un vacío, sino que a partir de ahora refleje la luz de uno superior a mí, Cristo.

Celebración.

A veces he sentido que no hay razones para celebrar, entonces descubro que hay cosas “pequeñas” pero muy importantes: Mi capacidad de amar y ser amado, pensar, hablar, caminar, reír, jugar, sentir, dar, trabajar, prosperar, perdonar, tantas cosas que son tan importantes para otros y que hasta ahora no había tomado en cuenta.

¡REALMENTE NO SABÍA CUAN BENDECIDO SOY!

¡HAY TANTOS QUE CAMBIARÍAN SU VIDA POR LA MÍA!

Miles que partieron sin poder decir siquiera cuanto amaban, sin decir las gracias, sin dar un beso, un abrazo, una sonrisa y tomar un momento para celebrar.

Por ello, abriré mi corazón para que cada día sea una oración viva para Dios:

Señor, hazme un instrumento de tu paz;

Que donde haya duda, esparza la semilla de la fe;

Donde haya odio, yo siembre tu amor;

Donde haya agravio, yo riegue tu perdón;

Donde haya desesperación, yo cultive tu esperanza;

Donde haya oscuridad, yo irradie tu luz;

Donde haya tristeza, yo coseche tu gozo.

No atravesaré por este mundo más que una vez,

Permíteme que cualquier bien que pueda hacer,

O bondad que pueda expresar a cualquier ser humano,

Lo haga ahora, no me dejes postergarlo;

Que no lo descuide,

Ya que no volveré a recorrer ese camino,

No se repetirá el mismo momento en el mismo lugar.

Que mi vida sea un manifiesto de aquel amor que mostraste al mundo,

comenzando en aquel pesebre en Belén y cuya máxima expresión fue sobre aquella cruz en las afueras de Jerusalén.

Amén

Deseo que todos tus días sean Feliz Navidad y que toda la bendición del Altísimo sea sobre ti y los tuyos.

David Alexander Garrido Michalczuk

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *